Desde el lanzamiento de la prueba de su programa de yuanes digitales hace dos años, el plan de China se ha convertido hasta ahora en motivo de preocupación para muchos de los críticos del país que destacan cómo podría alimentar aún más las capacidades de vigilancia de China, aunque también ha animado a otros bancos centrales a explorar el potencial de una moneda electrónica centralizada en la era de la digitalización.
El yuan digital, también conocido como e-CNY y oficialmente llamado Pago Electrónico de Moneda Digital, es emitido por el Banco Popular de China (PBoC) y tiene el mismo valor que el yuan. Es el primero de este tipo en todo el mundo y tiene como objetivo crear una nueva forma de moneda para satisfacer la demanda de los consumidores de dinero en efectivo para las transacciones en línea.
"El sistema e-CNY reforzará la economía digital de China, mejorará la inclusión financiera y hará más eficientes los sistemas monetarios y de pagos", según un libro blanco publicado por el banco central chino el año pasado.
El PBOC comenzó a investigar una moneda digital ya en 2014 y, desde el lanzamiento de la aplicación del yuan digital en las tiendas de aplicaciones de China en enero, el método de pago ha ganado más popularidad entre los consumidores chinos. China también aceleró el despliegue de las pruebas del yuan digital en más ciudades a tiempo para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de 2022 a principios de este año.
Desde entonces, el e-CNY se ha utilizado en diversas aplicaciones, como en la venta al por mayor y al por menor, la restauración, el turismo y el pago de tasas administrativas, ampliando su uso a las transacciones fuera de línea. Los usuarios pueden simplemente tocar sus teléfonos en los terminales de pago de las tiendas físicas utilizando códigos QR o comunicación de campo cercano (NFC).
A finales de 2021, las transacciones digitales en yuanes en China alcanzaron casi 87.570 millones de yuanes (13.170 millones de dólares).
El banco central de China también ha integrado el e-CNY en las dos plataformas de pagos móviles más dominantes en China: WeChat Pay de Tencent Holdings (HKG:0700) y AliPay de la filial de tecnología financiera Ant Group de Alibaba Group (NNYSE:BABA). Las plataformas han comenzado recientemente a aceptar pagos realizados a través del yuan electrónico.
La medida se produjo en un momento en que Pekín impuso una normativa más estricta al sector de las tecnologías financieras en un intento de acabar con los monopolios y el blanqueo de dinero mediante aplicaciones de pago por móvil.
Aunque China exploró discretamente la construcción de una plataforma de cadena de bloques para facilitar el despliegue de la tecnología de cadena de bloques para las empresas, el e-CNY no forma parte del plan, ya que el yuan digital no es una criptodivisa.
Pekín ha advertido en repetidas ocasiones de los posibles riesgos para la seguridad financiera y la estabilidad social que entrañan las criptodivisas como el Bitcoin. Ha llegado a ordenar el cierre de empresas que prestan servicios de software para el comercio de criptomonedas, a pedir a AliPay y WeChat Pay que eviten prestar servicios para las transacciones de divisas virtuales, y a tomar medidas enérgicas contra la minería de Bitcoin y las actividades relacionadas con el comercio.
La rápida introducción y expansión del yuan digital chino animó a otros bancos centrales a explorar la posibilidad de lanzar sus propias versiones del e-CNY. Una encuesta realizada por el Banco de Pagos Internacionales en 2021 reveló que nueve de cada diez de los 81 bancos centrales de todo el mundo están considerando lanzar sus propias monedas digitales.
Sin embargo, muchos observadores financieros y gobiernos siguen siendo escépticos con respecto al yuan digital, alegando el temor de que Pekín pueda utilizarlo como herramienta para aumentar la vigilancia gubernamental. Los críticos sostienen que el Partido Comunista Chino podría utilizar el e-CNY como una ventana a todas las transacciones de pago realizadas en China porque, a diferencia de las criptodivisas que utilizan la tecnología blockchain para mantener el anonimato de las transacciones, el yuan digital chino se basa en un libro de contabilidad centralizado que el banco central valida sin necesidad de los bancos.
Los críticos también han planteado la preocupación de que el e-CNY pueda socavar el papel del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial, desestabilizando potencialmente el dominio financiero de Estados Unidos.
Independientemente de que los planes exactos de China para el yuan digital vayan más allá de ofrecer un nuevo sistema de pago para los residentes, el lanzamiento del e-CNY ha permitido a los bancos centrales explorar nuevas formas de hacer que los sistemas de pago sean más cómodos para la gente en la era digital.
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